miércoles, 4 de julio de 2012

Antecedentes al Golpe de Estado


La violencia bipartidista que se desató después de la muerte de Gaitán se fue agudizando y contribuyendo a la formación de guerrillas liberales y comunistas. Los dirigentes del Partido Liberal, que desde el mandato de Mariano Ospina Pérez se habían retirado del gobierno, no participaban en las elecciones para el Congreso, ni en las elecciones para la Presidencia, y no quisieron tomar el cupo mínimo de sillas que tenían en el cuerpo legislativo. Se habían sentido sin garantías para lograr la participación que deseaban. De esta forma Laureano Gómez ganó las elecciones presidenciales con solo 14 votos en contra. Con la muerte del representante Gustavo Jiménez y las heridas al ministro Jorge Soto en un tiroteo en el Congreso en septiembre de 1949, el presidente Ospina declaró turbado el orden público, teniendo que clausurar el Congreso.

El partido conservador se encontraba dividido entre los seguidores de Laureano y los seguidores de la familia Ospina. Los Ospina no estaban contentos con la labor de Laureano y menos con los poderes autoritarios que estaba adquiriendo; en particular el expresidente Mariano Ospina Pérez había buscado una alianza con el ejército a través de Rojas Pinilla. Más tarde apoyarían el golpe con la vocería de doña Berta Hernández de Ospina. Entre los que apoyaron el golpe estaban los políticos Gilberto Alzate Avendaño y Lucio Pabón Núñez. Es por esto que el expresidente Darío Echandía calificó el golpe militar de Rojas como un "golpe de opinión".

Laureano Gómez había permanecido ausente del palacio presidencial por razones de salud, no gobernaba enteramente, sino que ejercía parcialmente el control del gobierno recibiendo y enviando razones a Roberto Urdaneta que lo reemplazaba en calidad de primer designado.

Todos estos fueron factores que contribuyeron a preparar el terreno para la aceptación del golpe de estado de 1953 como un acontecimiento deseable.

El golpe de Rojas Pinilla no fue del todo planeado sino que se dio en forma espontánea a medida que se desarrollaban los acontecimientos. El general Rojas habría pensado en dar un golpe, en caso de emergencia, en contra de Laureano Gómez, con el fin de asegurar la permanecía de Roberto Urdaneta en el gobierno. Dado que Urdaneta no aceptó y que Laureano reasumió el mando pero se hallaba en la casa de su yerno "haciendo pandeyucas", Rojas fue animado por sus subalternos militares a tomarse el poder, decisión que tomó la tarde del día del golpe, el 13 de junio. (Véase la sección "Cronología del golpe de estado" más adelante).


El 13 de junio, Rojas cumplió su objetivo de realizar el golpe sin derramamiento de sangre: ninguna persona murió, incluso ordenó la protección de la casa y vida de la familia de Laureano horas después del golpe para que no fuera quemada por extremistas, entre otros motivos porque Rojas no deseaba ser visto como un asesino ya que uno de sus lemas personales y de gobierno fue la pacificación del país.

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